La semana pasada Tinelli en Showmatch hizo referencia a que iban a bordo del Titanic. Este comentario se refería a una dura crítica a Showmatch publicada por el diario LA NACIÓN, acá la crítica:
"Patinando por los icebergs"
"Patinando por los icebergs"
"Tinelli tira por la borda sus vistosos shows cuando derrapa en groserías."
"Por cancherear, el Titanic se fue a pique. Era invencible, poderoso y veloz, pero la apetencia vanidosa de sus responsables lo llevó al fondo del Atlántico. Por el disparate de andar rápido en medio de afilados icebergs, terminó destripado en menos de dos horas.
Frente a las constantes y bruscas maniobras que perpetran los canales que encabezan la audiencia, y los efectos negativos que provocan sobre sus propias pantallas y sobre los de la competencia más humildes, la sensación de que la TV abierta se está hundiendo es inevitable. Se dirá que aún hay mucho rating en juego: el Titanic también tiraba fuegos artificiales y la orquesta sonaba cuando iba desapareciendo bajo el agua helada.
En la TV ya se extinguieron valiosos géneros; la ficción retrocede; el horario central de la noche se convirtió en la franja más inestable y salvaje; los anunciantes molestan y se desplazan las tandas a horarios marginales, y el público de mayor target hace mucho que huyó hacia el cable y los DVD.
(...) Por más que la actual temporada de ShowMatch comience pasadas las diez de la noche (esto es, fuera del nada respetado horario de protección al menor), Tinelli debería hacerse cargo responsablemente como conductor, productor, dueño de una empresa de comunicación asociada al Grupo Clarín y, esencialmente, como padre de cuatro hijos que, cualquiera que fuere la hora en que irrumpa en pantalla, entre su multitudinario público siempre habrá chicos mirándolo en vivo (como mostraron las cámaras de su programa durante las recientes vacaciones de invierno) y muchísimos cientos de miles más desde sus casas.
(...)En la semana de mayor rating de ShowMatch y de ponderables alardes de producción (ahora, incluso con un muy vistoso show de patinaje) Tinelli cedió (con la ayuda de sus estelares y atractivas empleadas) a hacer muy descolocadas y persistentes alusiones a la genitalidad y hasta al sexo anal. Nadie, desde luego, se opone a que en un show nocturno de estas características se manejen ciertas dosis de picardía, pero hay un largo trecho de ahí a derrapar con nuevos topless, escatologías y todo tipo de ásperas payasadas sexuales más propias de un show teatral para mayores o de un cable condicionado. A propósito, LA NACION inquirió al Comfer qué había pasado con la prometida sanción para el primer caño de Nazarena Vélez, pero no hubo respuesta.
(...)Ya que Tinelli ha comenzado a navegar en medio de "icebergs" tan peligrosos, ¿es consciente de las neurosis que puede provocar en su amplísima audiencia? ¿Mide los efectos nocivos que podría producir en su público más inmaduro (no sólo chicos), incapaz de elaborar adecuadamente la sobredosis sexista que incluye en sus shows? ¿Se hace asesorar por un gabinete psicológico que supervise estas temerarias acciones?
LA NACION quiso saberlo y, como toda respuesta, recibió de la productora de Tinelli (Ideas del Sur) la misma que dio el Comfer: silencio absoluto."
Diario LA NACIÓN (Argentina)
Frente a las constantes y bruscas maniobras que perpetran los canales que encabezan la audiencia, y los efectos negativos que provocan sobre sus propias pantallas y sobre los de la competencia más humildes, la sensación de que la TV abierta se está hundiendo es inevitable. Se dirá que aún hay mucho rating en juego: el Titanic también tiraba fuegos artificiales y la orquesta sonaba cuando iba desapareciendo bajo el agua helada.
En la TV ya se extinguieron valiosos géneros; la ficción retrocede; el horario central de la noche se convirtió en la franja más inestable y salvaje; los anunciantes molestan y se desplazan las tandas a horarios marginales, y el público de mayor target hace mucho que huyó hacia el cable y los DVD.
(...) Por más que la actual temporada de ShowMatch comience pasadas las diez de la noche (esto es, fuera del nada respetado horario de protección al menor), Tinelli debería hacerse cargo responsablemente como conductor, productor, dueño de una empresa de comunicación asociada al Grupo Clarín y, esencialmente, como padre de cuatro hijos que, cualquiera que fuere la hora en que irrumpa en pantalla, entre su multitudinario público siempre habrá chicos mirándolo en vivo (como mostraron las cámaras de su programa durante las recientes vacaciones de invierno) y muchísimos cientos de miles más desde sus casas.
(...)En la semana de mayor rating de ShowMatch y de ponderables alardes de producción (ahora, incluso con un muy vistoso show de patinaje) Tinelli cedió (con la ayuda de sus estelares y atractivas empleadas) a hacer muy descolocadas y persistentes alusiones a la genitalidad y hasta al sexo anal. Nadie, desde luego, se opone a que en un show nocturno de estas características se manejen ciertas dosis de picardía, pero hay un largo trecho de ahí a derrapar con nuevos topless, escatologías y todo tipo de ásperas payasadas sexuales más propias de un show teatral para mayores o de un cable condicionado. A propósito, LA NACION inquirió al Comfer qué había pasado con la prometida sanción para el primer caño de Nazarena Vélez, pero no hubo respuesta.
(...)Ya que Tinelli ha comenzado a navegar en medio de "icebergs" tan peligrosos, ¿es consciente de las neurosis que puede provocar en su amplísima audiencia? ¿Mide los efectos nocivos que podría producir en su público más inmaduro (no sólo chicos), incapaz de elaborar adecuadamente la sobredosis sexista que incluye en sus shows? ¿Se hace asesorar por un gabinete psicológico que supervise estas temerarias acciones?
LA NACION quiso saberlo y, como toda respuesta, recibió de la productora de Tinelli (Ideas del Sur) la misma que dio el Comfer: silencio absoluto."
Diario LA NACIÓN (Argentina)
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