El emblema del humor nacional, Eduardo D'Angelo, nos recibió en su casa para hablar sobre Todo el mundo lo hace, su obra en cartel; además, el capocómico critica duramente a los directivos de los canales asegurando que "el día que no manden más programas de Argentina, acá se van a volver locos porque no quieren gastar guita"; también asegura que no hay programas humorísticos en la televisión; reflexiona sobre la producción nacional y la Tinellización; habla sobre la participación de Julio Frade en Localidades Agotadas; el estado de Berugo Carámbula; y futuros proyectos, en una entrevista exclusiva con Telemedios. Le agradecemos el tiempo y la buena onda a este grande de la cultura uruguaya.
"Perdimos nuestro estilo e identidad en teatro y televisión"
-¿De qué trata Todo el Mundo lo Hace, la obra que tiene en cartel?
-Es una comedia bien dislocada con humor netamente nacional y justamente para atrapar a los veteranos y a los jóvenes, donde se puede hacer reír sin llegar a las groserías que estamos acostumbrados últimamente.
-¿Cómo es trabajar con su hijo sobre el escenario?
-A él le gusta todo este trabajo, él explota mucho la música, es un showman, diferente a lo que hago yo, pero le gusta, y le digo “te animás a venirte conmigo?”, y sí, animarse se animó, pero él tiene otras actividades también...
-¿Cómo surge este proyecto?
-Yo todos los años presento una nueva obra, “piezas cómicas” se le dicen. Hoy están los comediantes en pie, monólogos, o se compran obras de afuera, que lógicamente, hay buenas obras, buenas piezas; pero lo que yo quiero rescatar es demostrar que acá hay ganas de hacer cosas, y mostrar cosas nuestras... La gente quiere reírse y para hacer reír a mi me gusta hacerlo sanamente, sin llegar al golpe bajo.
-¿Por ejemplo...?
-Lo que se ve ahora, que tocan el sexo, pero más demostrativo; el palabrerío, las cosas que se dicen, y para hacer reír no es necesario todo eso; y te lo digo porque yo vengo de la vieja escuela, la de los hermanos Marx, etc... Hace dos años atrás, hicimos una comedia que anduvo muy bien, fue un éxito, que fue La Cena de los Tontos, donde por ejemplo no tenía ningún concepto de decir palabrotas ni mostrar minas desnudas, ni nada por el estilo. En este caso también, es el texto lo que juega mucho.
-¿Es trasladable a la tv el concepto de desaparición del humor clásico uruguayo?
-Bueno, en la tv en estos momentos no hay programas de humor, lo estás viendo... Se está trabajando en un camino a través de las multinacionales, como tenemos el caso de los Bailando por un Sueño, que se ven en todo el mundo, y es un formato que ha tenido su gran éxito; pero acá nos pasamos demasiado ya de esto...
-¿Consume ud. esta televisión?
-No, yo no. Pero los tres canales de aire largan desde la señal de ajuste hasta el final programas que hablan de lo mismo...
-¿Y por qué piensa que se da ese fenómeno?
-Porque es más fácil y más económico para los empresarios. Antes, en la televisión, cuando comenzamos nosotros, había varios programas uruguayos que teníamos que competir entre nosotros; y había que pagar libretistas, había que pagar músicos, había que pagar una cantidad de cosas... Pero acá de lunes a viernes hay una grilla que va de las 9 de la noche hasta las 12 con el tema que ya lo sabés: la Tinellización... En otro canal, vas al otro lado, y están haciendo lo mismo, y más temprano, ya desde la mañana, el mediodía, de tarde, se está hablando lo mismo... Ya te digo, hasta los noticieros que antes daban noticias hoy te dicen: “no se pierdan hoy que va a bailar fulano...”. Es como una competencia...
-Igual hasta el momento el público viene acompañando todo esto...
-Y vos tenés esa opción. Yo tengo cable, entonces yo me voy a ver películas....
-Ud. dice entonces que si hubiese al aire un programa de humor uruguayo en este momento funcionaría...
-Ah, pero por supuesto. Pero los canales no tienen interés en gastar. Ese es el problema.
-Los programas que se jactan de humor uruguayo que están al aire son El Show del Mediodía y Pizza a Carballo, ¿qué opinión le merecen?
-No, no, no, eso no tiene nada que ver. No, no... Eso son programas de entretenimiento... y de decir avisos uno atrás del otro, pero no es un programa... no es, no es. No hay. Lo que hay es el mecanismo de CQC, o TVR de sacar los programas, repetir los chimentos... Y todo es similar uno a otro, y llega un momento que satura. A mi particularmente me satura.
-Igual en su obra uno de los momentos más divertidos es una referencia al programa de Tinelli...
-Y por supuesto, siempre va a caminar eso... Si yo nombro “ah ahora me pongo a bailar en el caño...”, la gente se va a reír porque es lo que está viendo, y eso es lógico, yo no lo puedo discutir... Igual que si viene a una función de teatro una de las figuras esas que baila, va a llenar, porque no tenés otra cosa por ahora...
-De su generación D’Angelo, hay también quien opta por aggionarse a esta neotelevisión, y es el caso de Julio Frade que está levantando un numerito cada sábado después de una coreografía...
-Bueno a él lo llamaron para hacer de jurado ahí, es un rebusque, se hace, yo que sé... Pero a mí sinceramente... Yo te lo regalo...
-¿Ud. no lo hubiera hecho?
-No, no, no, te pagan y hacés otra cosa, pero a mí artísticamente... Estar ahí dando puntajes, no me sirve....Yo sí quisiera hacer un programa como Teatro como en el Teatro, ese sería un programa interesante, pero no hay quien te lo banque, ni quien te lo pague, entonces cómo lo hacés?
-¿Estamos entonces en una televisión netamente económica?
-Una televisión en la que los directivos le dan a esto. Me entero ahora que iban a salir de nuevo los muchachos estos del Piojo Revuelto, Ojo al Piojo, y me entero ahora que lo iban a frenar porque viene Gran Hermano otra vez. Dependemos de lo que sea de allá, acá.
-¿No le ve futuro entonces a las nuevas generaciones que quieran trabajar acá?
-Hay, hay, pero la juventud hoy se traslada a internet, mientras los canales se creen que están haciendo un gran rating, cuando un rating antes si tenías 8 o 10 puntos te levantaban el programa. Decalegrón era un programa que tenía 40 y pico de puntos de rating, y acá lo levantaron cuando tenía 26, 27 puntos de rating, acá la mente está en otra... Porque depende mucho de lo que manden de Buenos Aires; el día que Telefé o lo que sea diga “no van más programas para allá”, acá los dueños de los canales se vuelven locos, no saben que hacer, porque no van a invertir en una nueva televisión, no quieren gastar guita. Es más fácil traer de allá, apretar un botón, y chau. Juventud y talento hay, pero ¿qué vas a hacer? Vos ahora me estás haciendo una nota, de repente te gusta esto, y es como que yo te dijera, “bueno, hacete un programita”... ¿Y dónde? Lo llevás y te van a decir “no, no, volvete a tu casa...”.
-Y entre la poca producción nacional que hay, ¿le gusta o tampoco...?
-Es que no encuentro nada. Te lo digo sinceramente, no encuentro nada.
-¿Zona Urbana por ejemplo le gustaba?
-Sí, pero tampoco está más. Ahí lo tenés...
-Y las propuestas del 10 como son el caso de los documentales de Nano Folle, o Cecilia Bonino...?
-Y sí pero ahí se está haciendo otro error que es imitar a lo que estamos viendo afuera, y mal, porque lo imitamos mal además. Porque los programas, por ejemplo Carballo que dijiste hoy, hacen como estos programas de cable deportivos, que hacen bromas entre ellos, joroban... Ya no tenemos un estilo nuestro, que es eso lo que yo peleo.
-¿Perdimos nuestra identidad en televisión?
-Sí, y en teatro. Nosotros cuando fuimos con nuestro estilo a Buenos Aires en la época de Telecataplúm, conquistamos a todos, la gente se sigue acordando como si fueras un patrimonio histórico del humor nacional.
-Otro de su generación que reapareció mediáticamente en las últimas semanas fue Berugo Carámbula, ¿lo ha visto?
-Sí, lo ví; y lo ví también en Abril cuando yo estrené la obra ésta, que él hizo un espectáculo dos semanas en La Candela... Y está enfermo, tomando pastillas por el mal de Parkinson, no es aquel Berugo que yo conocía...
-¿Sigue en contacto con él?
-Muy poco. Él está en Buenos Aires, yo acá... Nos vimos esa noche que yo fui a ver el espectáculo de él, pero contacto así, no. Y los que quedan de la época, está Frade, que nos vemos de vez en cuando, otra es Henny Trailes, con la que trabajé hace dos años en El Código Rodríguez, un programa con Miguel Ángel Rodríguez, donde había una idea buena, pero pinchó, no funcionó.
-¿Qué falló?
-Hubo ahí error de libros, hubo error en varias cosas, y bueno, desgraciadamente se levantó el programa. Una lástima porque hay pocos espacios así, ya no hay ni siquiera en radio, así que el espacio que tengo es en este teatrito donde hago obras así.
-¿Tiene fecha de bajada?
-Tengo contrato hasta Noviembre.
-¿Está preparando otra para el próximo año?
-Estoy escribiendo una obra nueva que se llama ¿Dónde está el pintor? para el año que viene.
-¿Mismo teatro?
-Es probable que siga sí. Porque también hay problemas de sala, porque está lleno de espectáculos, hay 50 espectáculos de teatro. Todo el mundo quiere hacer cosas, y eso que hoy montar un espectáculo, una cosita así cuesta; yo hago como hobby porque me gusta para hacer algo, pero como ganancia no te rinde, y por otro lado luchás contra la televisión, y mientras no aparezca tu carita o lo que sea, después se olvidan de vos... Y viene una figura de la televisión como los Midachi, cobra $900 la entrada y la gente paga. Yo pongo una entrada a $900 y creo que no entro ni yo al teatro.
-¿De la obra nueva qué se puede adelantar?
-Es una obra que va a ser en una presentación de cuadros, yo soy el que atiende, y entran y salen personajes muy divertidos, hay una pituca, un detective, una vedette, y todo en una onda que es un chiste pim-pam una atrás de otra... Con una historia atrás que sostiene toda esta locura, va a ser una obra muy divertida, yo por lo menos me estoy divirtiendo muchísimo mientras la escribo. Después hay que armar el elenco...
-¿Se mantiene alguien de Todo el Mundo lo Hace?
-Sí, la idea es que sigan las 4, 5, 6 figuras van a estar.
-¿Algún otro proyecto para futuro?
-Sí, yo tengo mucho material guardado de toda nuestra época, entonces tengo ganas de hacer un espectáculo con eso que se va a llamar Con Ellos en el Recuerdo, donde yo estoy sentado, me dirijo al público y se proyectan en la pantalla los sketchs que hicimos con Almada, Espalter, y creo que va a haber un interés muy grande en la gente. Lo bueno de eso es el contacto con el público, la gente va a poder preguntar. Además de eso me contrató el ministerio de cultura para que yo les pase una película a los viejitos de Piñeros del Campo, que va a ser gratis por supuesto para todos los viejitos de allá. Y ahí en un salón precioso que hay vamos a hacer los miércoles de cine, y van a dar viejas películas, clásicos...
-Para cerrar D’Angelo, ¿por qué este sábado la gente tiene que ir a ver Todo el mundo lo hace y no quedarse en la casa mirando a Frade puntuando coreografías?
- Si vos te quedás encerrado, te quedás mirando en televisión para ver siempre lo mismo, y acá el objetivo es que la gente salga, vaya a distraerse. Ahora, yo lo que ofrezco es una diversión total, el que va se va a divertir. Mirá, estoy asombrado porque han mostrado en la página cartelera.com.uy, gente que sale de verla y dicen “me divertí”, otro puede decir “no me gustó nada”, y aparte yo hago una cosa que no hace ninguna compañía, que es al terminar el espectáculo, vos salís y yo te espero afuera, y esto es una cosa rara que se hace ahí y lo estoy haciendo yo. Y si pasaste un rato agradable, comentalo, porque es la gente la que trae la gente...
Nuestros amigos los Bien Contentos, estaban este martes más jubilosos que nunca al cumplir 1000 programas al aire, por lo que celebraron tirando la casa por la ventana desde la sala teatro del Movie. A las 8 de la mañana comenzó la transmisión con los conductores tradicionales del magazine matutino, mientras el público presente era recibido con un desayuno de Mc. Donald's y el pop gentileza del cine, a la vez que se acomodaban en las butacas para ser espectadores del programa especial del ciclo líder en las mañanas de la tv nacional. Poco después se sumaron Victoria Rodríguez y Mariano López a acompañar en la conducción a lo largo de toda la mañana, en la que desfiló una importante galería de invitados. En la entrada de la sala se encontraba Bebe Morosini recibiendo a aquellos que no eran lo suficientemente importantes como para dedicarles más tiempo sobre el escenario; por allí pasó toda la gran familia de La Tele: el elenco de Esta Boca es Mía, los panelistas de Código País, el amigo Lock, Kairo, Laurita Martínez, 
los directivos del canal; y tampoco faltaron los políticos que se hicieron un par de minutos en su apretadisíma agenda para poder concurrir a semejante imprescindible evento, entre ellos Jorge Wasssintong, el Cuqui (que propone a Clau Fernández como diputada -con Julita alcanza...-), Pedro Bordaberry, el Rafa Michelini (sí, Bordaberry y Michelini juntos...), entre otros.
domingo 9 de noviembre después de ser más postergado que el puente Colonia-Buenos Aires.
Dentro de lo que se vio al aire, me interesa destacar las imitaciones de Sergio Puglia y Sara Perrone que estuvieron extraordinarias. Felicito a la producción por la idea de parodiar en vivo, a las figuras de la competencia, estuvo muy bien logrado y hacía tiempo que no me reía con algo uruguayo de esta forma. Otro momento de humor fueron las payadas, pero a diferencia de lo anterior, éstas divirtieron desde lo bizarro y no tanto por el logro en sí.
Hay que reconocer que esta emisión especial de Bien Despiertos salió espectacular. Prácticamente no hubo desperfectos técnicos que suelen tener asistencia perfecta en estos casos; no existieron problemas de iluminación, audio, ni desprolijidades al aire; los invitados estuvieron a la altura de las circunstancias y la producción fue lo suficientemente capaz de combinar un toque nostálgico con un especial satisfactorio que no cayó en ningún momento en el lugar común de sentarse en un sillón y ver "lo mejor de..." durante tres horas de corrido.
no los transmite Montecarlo y no tendremos que soportar la bazofia anual de su pseudoalfombra roja de nuevo.
