LA LÁGRIMA DEL CABEZÓN

Otro volantazo más y van...

Sin lugar a dudas este 2009 será recordado para Tinelli como el año en el que tuvo que cambiar el rumbo de Showmatch más cantidad de veces que nunca, pasando por parodias, niños, humor, política, farándula, musicales, y escándalos conyugales. Nada sirvió, o por lo menos, nada más que un par de semanas, lo que llevó a que este último mes antes de cerrar el ciclo, le tuviera que dar una última vuelta al formato para poder terminar airoso esta temporada. La fórmula consistió de una serie de golpes bajos con niños mostrando sus miserias y llorando en cámaras. ¿Funcionó? Sí, Tinelli una vez más logra sacar a flote al Titanic.

Marce marcó el regreso de los formatos 'por un sueño' hace ya dos meses y medio, pero el concurso musical ya no es el mismo que presentó aquella Noche de la Nostalgia... El último condimento para potenciar el show fue sencilla y llanamente recurrir a algo que estuvo siempre ahí, pero nunca 'soñó' que era justamente a dónde tenía que apuntar... Hablamos de los sueños o fundaciones por las que supuestamente luchan los famosos para seguir en el certamen, poder ganarlo, y lograr que el conductor-productor-empresario le tire un par de pesos a ese instituto que representaba al famoso de turno que resultó ganador. Lo curioso justamente, es que estos "sueños" están presentes desde Abril del 2006, cuando comenzó Bailando por un Sueño, pero desde la segunda edición del mismo, éstos fueron absolutamente ignorados, o fagocitados por las luces del show, cosa que manifestaron en distintas oportunidades varios soñadores (bailarines). En fin, la cosa es que ahora sirve, Tinelli probó darle un par de minutos de cámara a esta rama del concurso y el minuto a minuto acompañó, así que ahora el pilar del ciclo pasa por exprimir cada objetivo social al máximo, trayendo cantantes para que entonen alguna canción emotiva y extrayéndola hasta la última lágrima posible a las víctimas de una realidad social que lo les es favorable, en pos de que Tinelli alcance alguna décima más del añorado rating. Tanto rindió ésto en los números del programa, que en las últimas emisiones se agregaron nuevos sueños a los que había al comenzar el certamen. Así de fácil se manipula todo en el universo Tinelli...

Desde luego todo esto no pasó desapercibido y generó el obvio debate sobre si está bien o no lucrar con la desgracia ajena de esta forma, debate del que la propia Presidenta de la República Argentina formó parte cuando manifestó su descontento con esta forma de hacer televisión, a lo que Tinelli le tuvo que contestar desde la apertura del programa. Es lógico que cuando uno pone al aire chicos necesitados, lagrimea, pone música emotiva, y lo hace cada vez más a merced del rating, va a tener siempre a los jueces televisivos señalando y acusando todo ésto de golpes bajos (como ya lo hizo también Pergolini), y como respuesta se obtiene el clásico palabrerío, que consta en que todo lo que sea para "ayudar" está bien, aunque uno se podría preguntar hasta qué punto... Lo que sí es insufrible, es escuchar a los críticos moralistas que hace un par de meses se quejaban de que Tinelli no usaba todo su rating para cosas serias o con algún fin social sino que sólo mostraba voluptuosas chicas desnudas, y ahora lo critican por aprovecharse de esa realidad para beneficio propio. Esta clase de cosas deja al desnudo la incoherencia de aquellos a los que no les molesta que Tinelli tenga rating con un caño, ni que tenga rating con un chico pobre, sino que lo que les molesta es que tenga rating.

En lo personal, si se fuera a colaborar con todas las fundaciones que aparecen en el ciclo, más allá me choca y no es algo que considere que sea para aplaudir, tampoco creo que sea algo como para escandalizarse, y si les sirve a Tinelli, pero también a estos chicos, vale. Lo que me preocupa es que supuestamente sólo se va a ayudar a aquél grupo que gane el concurso musical, por lo que me parecería rotundamente nefasto que Tinelli se haya aprovechado de ciertos chicos de bajos recursos para después pegarles un boleo cuando ya no aportan al show, y encima devolverlos a la pampa o de donde hayan venido para que su situación siga siendo exactamente la misma que antes de ir a Showmatch. Insisto, si la consigna es esa, me parece absolutamente vomitivo. No puedo dejar de hacer un pequeño paralelismo con la Teletón, lo que sí es un espectáculo realmente deplorable pero a la inversa de lo que ocurre con Tinelli, es políticamente correcto decir que a todos nos parece fantástico; de todas formas, ya habrá tiempo y espacio para hablar sobre ese otro negocio...