Hace unos días publicamos el informe sobre Los Comediantes (ver), presentando este programa como uno de los tres que utilizó Teledoce este verano para reinvindicarse ante aquellos que lo señalan como un canal sostenido de un prime time porteño. El segundo ciclo que estrenó para componer su horario central autóctono fue Tierra a la Vista, la propuesta viajera de Rafa Villanueva.
Tierra a la Vista.
Es probable que algún distraído haya prendido la tv un martes a la noche y se haya asustado pensando que están repitiendo por decimoquinta vez los viajes de Marley en Por el Mundo para rellenar los huecos de la televisión de verano. Afortunadamente no es así, sino que se trata de otra de las producciones nacionales de La Tele para la temporada estival: Tierra a la Vista.
Rafa Villanueva volvió a subirse a un avión por canje para mostrarnos sus peripecias por el mundo e invitarnos a un flashback de cuando hacía Sin Atajos, el primer ciclo del que fue único conductor y consignó un gran éxito por la pantalla de La Tele. La fórmula es conocida: un conductor pavote recorriendo alguna ciudad importante, paseándose solo por los lugares que sean explícitamente “divertidos”, y llenando toda la duración del programa con chistes fáciles y de doble sentido. El mentor de ese formato en este rincón del planeta fue el argentino Marley, con el programa que mencionábamos recién, y luego vino el calco uruguayo con El Piñe al frente de El Globo en el 2005, y al año siguiente llegó Sin Atajos, la versión de Villanueva.
En el momento que abandonó ese programa y se independizó de Contenidos Tv, argumentó que creaba Telemental por estar aburrido de los viajes. Este año parece que las excursiones lo volvieron a copar y salió al ruedo con un formato que tiene más que conocido. Alguien mala leche podría evaluar que esa elección implica un retroceso en la carrera de Villanueva por volver a lo que estaba haciendo cinco años atrás. En lo personal considero que esta decisión refleja una madurez profesional poco frecuente en los medios uruguayos.
El comienzo de Telemental marcó dos cambios importantes en la carrera de Villanueva: ponerse al frente de la conducción de un programa en vivo, y asumir el rol de productor general del mismo (junto a Andrés Rodríguez). La combinación de esos dos papeles es lo que suele ser muy difícil, sin embargo, el ex Planta Baja pudo salir airoso. Rafa nunca intentó lucirse desde la conducción en desmedro del programa, sino que siempre se mantuvo consiente del lugar que le correspondía frente a cámaras, y esa fue su principal virtud. En los primeros meses del ciclo, comentó en una entrevista que le habían dicho que Rafa Cotelo le sacaba protagonismo (cosa con la que discrepo), y cuando Cotelo quedó afuera de Telemental, Villanueva trajo a Maxi De la Cruz para reemplazarlo, que lógicamente le sacaría aun más protagonismo, pero que en ese momento era algo que el programa precisaba. Hizo el ego a un lado para poder sacar a flote al ciclo, no solo convocando al hijo de Cacho, sino moldeando Telemental en función de él, que pasó de tener como eje al repaso de actualidad con humor ácido, a un programa de humor tradicional. Además, hizo conocidas a figuras como Diego Waisrub, y Manuela Da Silveira (hoy una de las caras más importantes de Teledoce) sin limitarlos a hacer notas, sino brindándoles un lugar en el piso. Esto no necesariamente evidencia que sea un gran productor o conductor, pero sí que se supo defender en ambos ámbitos, y que logró ensamblar muy adecuadamente esos dos papeles.
Con esa cabeza de productor, es que a Villanueva no le importa demasiado que algún televidente piense “ah, pero está haciendo lo mismo que hace cinco años”, sino que priorizó la efectividad del nuevo programa. Quizás otro en su lugar se la hubiese creído y hubiera preferido convocar a otra persona para que hiciera de anfitrión en el programa de viajes, pero sabe que es él quien conoce el formato muy bien y sabe hacer efectivo al ciclo, y eso fue a lo que le dio más importancia. La decisión fue absolutamente acertada. Tierra a la Vista funciona con Rafa a la cabeza, y si bien vuelve a lo mismo que hacía en el 2006, ya demostró que está capacitado para dar algo más que eso. La propuesta logra su meta en el sentido que entretiene y la gente lo sigue gracias a esa complicidad que bien sabe generar Villanueva desde el minuto uno.
El problema de Tierra a la Vista es la contundente carencia de identidad. La impronta del conductor –que funciona pero no se diferencia de los otros que hicieron ese mismo formato- no alcanza para diferenciar al programa de otros de la misma categoría. Sin Atajos se identificaba por esa estupidez pseudoesquizofrénica de presentar al conductor con una suerte de doble personalidad, recurso que agradezco no se repita. Pero creo que es indispensable al momento de crear un programa con estas características, de buscarle un recurso o una vuelta de tuerca para que no sea un programa de viajes más del montón. Quizás otra falencia es que no hay suficiente material en cada edición, no se muestra la cantidad necesaria de locaciones por semana, y por más que no sea incompleto (mostrar una ciudad en profundidad era para Los Viajes del Doce), por momentos sí da la sensación de que hay partes demasiado estiradas. Veinte minutos de Rafa husmeando las heladeritas de los turistas que van a una playa, que poco importa si es Puerto Rico, Colombia, o La Paloma, cansa. Capáz que no tanto, pero lo mismo ocurre en verlo otros veinte minutos recorriendo boliches que tanto da si son de Miami o Punta del Este. Para eso es necesario que haya contenido más diverso por emisión, sino se hace largo.
Tierra a la Vista se propone hacer una especie de tour que sea entretenido por alguna ciudad o país, y cumple. En definitiva, la consigna es esa, entretener. Evidentemente no hay una intención muy trabajada de querer marcar tendencia o despegarse de otros que hayan hecho lo mismo antes, y eso lamentablemente lo convierte en un programa de paso que será muy fácil de olvidar, pero que hoy funciona y rinde lo que corresponde.
28 febrero 2011
LOS REIVINDICADORES DE TELEDOCE (PARTE 2)
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4 comentarios:
q grande el Rafa, cada 2-3 años hace exactamente el mismo programa, ni una idea nueva, pero pasea de garrón por todo el mundo y gana algun pesito...un grande.
Rafa: simplemente salí del closet y después hablamos. Igual como conductor sos pedorro, repetitivo y estúpido. Pero por lo menos mostrate tal como sos.
aguante la homofobia de Rafaga!!!
La programación y los profesionales que hoy en día están en el doce, son muy pobres. Lamentables.
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