"En el conflicto entre el gobierno y las corporaciones, se usan armas cada vez menos escrupulosas"
-¿Cómo le describiría a un extranjero el momento político que atraviesa Argentina?
-Es un momento de un áspero conflicto entre el poder político y el poder de las corporaciones…
-¿Es la primera vez que un gobierno argentino tiene un conflicto tan expuesto con las corporaciones mediáticas?
-Por lo general en Argentina y en todo el mundo, el poder corporativo y económico van juntos… En este caso hay un enfrentamiento que coincide con un proyecto de modificación política muy fuerte y que es resistido por las corporaciones. Estamos en el medio del asunto y las armas que se usan son cada vez menos escrupulosas dado que es un conflicto muy fuerte...
-¿Cómo hace un ciudadano promedio para "leer" los medios entonces? ¿Tiene que saber siempre el origen ideológico o de intereses de cada noticia siempre?
-No, no se puede saber... No se puede saber si es que uno realmente puede leerlos… Uno cree por cierta soberbia que tiene la suficiente inteligencia como para interpretar adecuadamente los hechos…
-¿Cómo se hace para informarse entonces?
-Lo mejor es poner todo en entredicho, un cierto escepticismo científico por decirlo así, someter todo como decía Popper a una falsación, a ver si es consistente por lo menos... Uno puede intentar eso, o sea que la desconfianza no está mal...
-Es una dicotomía muy antagónica y muy explícita...
-Sí, sí, es una dicotomía muy nítida... Se da muy nítidamente. Hace diez o doce años, todo el mundo decía que la discusión política se había terminado y que todo se reducía a una administración buena o mala. No, no, ahora la discusión entre el liberalismo y aquellos que propician que el estado tenga una fuerte intervención se ha hecho muy nítida, muy perfilada y hasta violenta...
-¿Es bueno que tanta gente del medio opine sobre política en este contexto, aun aquellos que no tienen un vasto conocimiento del tema?
-Es inevitable. Ni bueno ni malo…
-Hoy usted planteó que a diferencia de la ciencia, la voluntad popular en su expresión cívica, no acierta ni desacierta, sino que en una sociedad democrática, el acierto siempre significa la mayoría (ver), y se me es fácil vincularlo a la polémica por las declaraciones públicas que hizo este año el ex presidente Tabaré Vázquez cuando en referencia a que el plebiscito por la anulación de la Ley de Caducidad no logró los votos necesarios para efectuarse, manifestó que "las mayorías pueden equivocarse"...
-Sí, estoy al tanto, pero es la voluntad. Es la voluntad del pueblo, aunque no hay que olvidarse que también la voluntad se puede manipular… Esto es muy complejo. De cualquier manera uno no puede desconocer la democracia, no puede desconfiar de quienes han votado porque “los han comprado, los han manipulado, o los han influido”, pero bueno, esta es la democracia. Después será cuestión de mejorar la educación, de mejorar la pluralidad porque eso construye ciudadanía, pero no se puede desconocer la voluntad popular…
-Pero la última palabra, ¿la tiene que tener siempre la mayoría?
-Claro que sí, el pueblo.
2 comentarios:
ESTAMOS ASQUEADOS DE LAS CORPORACIONES TAMBIEN EN URUGUAY!
No le preguntaste por el programa de Encuentro, el show de Molina?
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