"Que me comparen con Rial es un halago más que un insulto"
-¿Cuál es el balance del primer año de Algo Contigo?
-Buenísimo. Es el balance porque el principio del año fue medio complicado, como todo el mundo sabe. Algo Contigo era “el proyecto” que al principio apuntábamos a otra cosa y nos dimos cuenta de que no era así y por suerte nos dimos cuenta a tiempo…
-¿Te asustaste cuando viste que el programa marchaba tan mal?
-No me asusté, me preocupé… Pero asustarme no, además tenía esa sensación de que algo podía pasar, teníamos un techo muy alto. No era que teníamos que desarmar y pintar de vuelta. Pudimos.
-¿Era muy grande la incertidumbre de cómo podía tomar el público y el propio medio un programa que hablara de la farándula uruguaya?
-Corrés con la incertidumbre de si lo acepta la gente o no lo acepta. Este programa que estamos haciendo ahora yo lo tengo pensado hace muchos años, tenía hasta otro nombre, se iba a llamar “Asuntos Internos”. Yo le llevé esa idea a dos canales y era como que “no, acá no se hace eso, vamos a tener problemas todos los días con alguien”, y yo trataba de explicarles que se podía hacer diferente, y yo creo que fue raro el cambio de Algo Contigo porque si nosotros hubiésemos empezado de golpe con esto no sé si nos hubiese ido bien, a la larga sí, pero si en la campaña previa al estreno del programa nosotros lo hubiésemos anunciado como un programa de chimentos no sé si ya a la gente le iba a chocar un poco más. Si lo hubiésemos manejado estratégicamente, no nos salía tan bien.
-Igual chocó el cambio…
-Sí, las críticas llovieron. Pero era obvio, yo lo esperaba, es siempre igual. Cuando hice un programa imitaba a Olmedo, hice otro y era Repetto, hice otro y era Tinelli, y ahora soy Jorge Rial…
-¿Sentís que tenés cosas en común con Rial?
-Y sí porque hago un programa que es como el de él…
-Pero como conductor…
-No, como conductor no. Es como que yo te dijera que Fernando Vilar le copia a Jorge Traverso, y no es así, los dos conducen un noticiero, los dos tienen que estar de traje y están atrás de un escritorio… No le copia, es el formato. Sí puedo parecerme en algunas cosas como manejar con humor alguna información y payasear un poco pero eso lo hice siempre, toda mi vida.
-Pero tampoco lo tomás como un elogio que te coparen con él…
-Es más un halago que un insulto… Hace diez años que el tipo hace eso…
-¿Te ves vos en diez años haciendo esto?
-No tengo la menor idea. Siempre dije que en la televisión todos los días pago derecho de piso, que hay gente que me critica y me dice “estás loco, si vos pensás eso no disfrutás de lo que está pasando”. La televisión me crió así, pagando todos los días derecho de piso, hoy estás, mañana no estás…
-¿Pero te gustaría seguir en este género o es algo que estás probando y en un tiempo preferirías volver al entretenimiento tradicional tuyo?
-Hoy me siento muy cómodo. Si vos me preguntás si voy a hacer esto por ocho años más, yo te digo que sí, bárbaro. Está bien. Me siento cómodo, dentro del programa hago todo lo que a mí me gusta: hago notas, tiro información, hago chistes… Soy yo en el programa. Cuando arrancó Algo Contigo yo no me vestía así, yo no hablaba así, yo no era yo. Yo se lo dije a Ariel (Téllez, ex productor del programa): “yo no soy este tipo”, y creo que ahí empezó el cambio.
-¿En qué momento fue que dijiste “esto no da para más así...”?
-Yo creo que fue a los veinte, veinticinco días. Fue en los corredores del canal, me acuerdo clarito de esa charla hablando con Ariel y estábamos de acuerdo los dos. Las palabras fueron esas: “yo no soy así, yo no soy el tipo que está saliendo al aire”. Y Ariel me dijo “hacé lo que quieras”. Y me dio la libertad para hacer lo que quisiera, ahí me empecé a vestir diferente, empecé a encarar el programa de otra forma... Y la que puso la frutilla de la torta fue Natalie cuando dijo lo de Diego con Zaira. Ahí explotó todo y empezó a funcionar… Enseguida nos pusimos límites, sabemos de lo que no tenemos que hablar, que Rial lo puede hacer porque el público uruguayo a Rial se lo puede aceptar porque está allá, pero hay cosas de las que yo no voy a poder tocar nunca ni quiero, porque los uruguayos no lo aceptarían de otro uruguayo.
-¿Pero no sentís que esto recién empieza y los límites se pueden ir corriendo?...
-Sí, pero que lo haga otro. Yo no. Hay temas que yo no voy a tocar nunca. Eso lo tengo claro.
-¿Por ejemplo?
-Por ejemplo cuando hay chicos involucrados a mí no me gusta hablar. O para ser más duro, un aborto, olvidate... Que llegue información de una persona casada, mediática, que está saliendo con otra, no lo voy a decir porque estás destruyendo una familia, y de repente es un bolazo y son amigos que fueron a tomar un café. Es muy delicado. Hay información de esas que yo la manejo pero la decimos recién cuando está totalmente mediatizado. La pérdida del hijo de Cata por ejemplo no lo dije. Lo dije después que salió en las páginas y que ella lo dijo en el programa. No me gusta.
-¿Sentís que te convertiste en un periodista de espectáculos?
-Yo creo que sí. Aunque no lo soy, de alguna manera sí porque recibo información y hay veces que lo tengo que investigar, llamo a la fuente, al protagonista, al involucrado y creo que eso es periodismo. No tiro información así porque sí. Hay información que nos llega y la gente que está conmigo quiere tirarla y yo digo de esperar un poco. A veces por dos puntos de rating decís “tiramos la primicia” y capáz que te juega en contra porque no es verdad o te hacés tremendo lío… No está bien.
-En la primera parte del ciclo el programa era hasta crítico con este género…
-Puede ser… Era el juego de aquel momento del ciclo.
-¿Vos sentiste ese cambio en el discurso del programa?
-No, no me di cuenta…
-Diego Bello representaba un poco la mirada crítica de ese género formando parte del propio programa…
-Sí y por algo Diego Bello ya no está más con nosotros. Fue una decisión de él y que nosotros estuvimos de acuerdo en que el perfil de Diego no es el que tiene el programa ahora. Fue uno de los grandes cambios y una de las grandes pérdidas del programa porque yo espero que no pase mucho tiempo para que Diego esté en televisión. Es un gran humorista pero no encajaba en nuestro programa. Él me lo dijo: “yo tengo un discurso en mi vida y en lo que hago, y yo no puedo hacer en televisión con esto porque es todo lo contrario”. Yo le dí la razón… Se extraña igual.
-¿No era incómoda al aire esa situación?
-Él se sentía muy incómodo. El día de Juanita Viale yo llego al canal y faltando quince minutos para comenzar el programa, el productor me dice lo que vamos a hacer y lo de Juanita Viale no estaba. Yo le digo “si querés hacer ese programa lo hacemos pero después no quiero ver el rating porque todo el mundo va a hablar de Juanita, todos”. Entonces me dice “¿querés hacer lo de Juanita?”. “Por supuesto, pero vamos a verlo desde acá”, le contesto. Nosotros no lo manejamos como que teníamos información, hicimos un repaso de los informes que se habían mostrado allá y nos fue bárbaro. No ganamos ese día pero tampoco quedamos en 0,5. Diego era una de las personas que no estaba de acuerdo y yo le dije que lo dijera al aire, y lo dijimos: “Diego no está de acuerdo con lo que estamos haciendo pero es lo que ustedes quieren ver”. Y yo estoy seguro de que ese día si no hablábamos de Junaita Viale hacíamos 0,2. Diego de a poco se dio cuenta que no era el perfil para el programa.
-Cuando Algo Contigo hizo el cambio, vos declaraste en alguna nota que el programa se iba a centrar en información que tuviera a algún uruguayo involucrado, ¿por qué pensás que eso no se pudo mantener del todo?
-En realidad no es que no se pudo mantener, son épocas. De cualquier manera, no es que le busque la vuelta a todo, pero hay un tema que es claro, que es que si yo traigo informes de Bendita Argentina, que no se ve acá, ese informe habla de lo que habla Intrusos que viene, Viviana que viene, y un montón de programas que se ven acá, la gente está empapada de todo eso. Yo no pongo nada que la gente se pregunte de qué estoy hablando. Obvio que trato de que siempre haya un uruguayo involucrado y ojalá que si el programa dura años, no necesite mostrar a Moria, ojalá, pero hoy por hoy es así. La farándula argentina es más grande que la de acá.
-Me imagino que cuando arrancaron con esto hubo varios que les deben haber dicho que acá no había material para hacer un programa diario así, ¿costó mucho encarar el programa en ese sentido?
-Costó con algunos famosos. Algunos conductores… A veces cuesta, el juego este no se jugaba acá. Obvio que venía Claudia Fernández, Farro o Ghidone y lo hacían de taquito, pero hay gente que no les gusta o que no entienden el juego todavía… Yo no me quiero pelear con nadie pero la gente piensa que estos programas son sinónimo de peleas, juicios… Yo no tuve ninguna queja, pelea, juicio… Tuve alguna charla telefónica para aclarar alguna cosa pero nada más.
-¿Con quién?
-Un montón…
-¿Pero para vos está mal que si hay una pelea entre dos personajes de la farándula se haga pública o se resuelva en tu programa?
-No lo veo mal, pero no lo genero yo eso. Yo pregunto, como el caso de Raphael Dufort y Juan Herrera.
-La pregunta era por ese episodio, porque justamente daba la sensación de que el programa mostraba esa pelea con cierta culpa, ¿por qué no se aprovechó que tenían a los dos ahí en el estudio para cruzarlos al aire?
-Es que tampoco quiero hacer un programa así. Es como el día que Marcel Daset insultó a Damián Lomba por teléfono y le corté. Capáz que si lo dejaba medíamos tres puntos más pero volcás, perdés la línea. Lo de Juan y Raphael también, fue una pelea que quizás podría haber resistido un poco más, no te lo niego, pero llegamos hasta ahí y no me pareció mal.
-¿Cuánto estás dispuesto a exponer vos tu vida privada ahora que estás al frente de un ciclo que tiene algo de eso?
-Lo mismo que todo el mundo…
-¿Pero qué te genera por ejemplo agarrar una revista y ver que estás en la tapa con la noticia de tu separación?
-Está muy bien, no me molesta.
-¿Si hubiese sido antes de incursionar en este género..?
-Tampoco, así como no me molestó cuando me casé por segunda vez, que salimos en Paula. Yo creo que la vida privada cada uno la maneja como quiere. Si a mí me ponen en la tapa de una revista diciendo que me separé y es verdad, está bien, está perfecto, pero si adentro de la revista dicen intimidades mías de mi pareja o de mi familia más allá de que sean verdad o mentira, hay una privacidad. Yo nunca te voy a ocultar que estoy en pareja, pero yo pretendo que hagan conmigo lo mismo que yo hago con los demás. Yo jamás me metería en la intimidad de una pareja ni lo voy a hacer. "¿Te engañó?, ¿Fuiste cornudo? ", eso no. Capáz que lo manejo pero si ya es vox populi y salió en otros medios, o si hablo con la persona para preguntarle si lo quiere desmentir o blanquear al aire…
-¿La separación de Natalie cómo se manejó?
-Yo sabía que se iba a saber, pero no lo íbamos a tirar nosotros. Es como un autobombo exacerbado. Yo no le iba a decir a Natali “no se lo digas a nadie así tiramos nosotros la primicia”. El día que sale en un medio, yo llego al canal y le digo “te tengo que preguntar cómo estás, está claro, no?”. Ella me dice que sí, que no había problema. Lo único que hice fue preguntarle cómo estaba. Después cuando yo me separé también, Daniel lo sabía, mucha gente lo sabía y yo le decía “no lo pongas todavía que está todo muy caliente”, por respeto también a mi pareja. Hasta que un día me dijo “lo publico” y le dije que no había problema. Después empezó la joda con Natalie que también le tuve que decir que parara porque ya era un autobombo innecesario, como broma estuvo bien un par de días pero ya estaba...
-¿Qué pasa con Vitto Saravia? ¿Puede venir este año al programa?
-Cuando ella quiera, el día que quiera a la hora que quiera puede venir al programa.
-Pero no la están invitando…
-Pasa que ya nos cansamos de invitarla. La invitamos una vez y no, salió por teléfono. La invitamos otra y no, salió en un móvil para Bethel Spa, no creo que la haya pasado tan mal. Después se enojó por un comentario que yo hice que ni me acuerdo cuál fue, después Mariela Gagliano dijo algo que también le molestó, entonces después la veo en lo de Canosa muy suelta hablando, después en lo de Susana… Entonces yo decía “¿por qué no viene acá?”. Yo no tengo nada en contra de ella, no la conozco, es una mediática más. Yo me crucé mails con ella, y me acuerdo de haberle explicado clarito que yo no hago este programa para hacer amigos pero tampoco enemigos… Creo que se manejó mal conmigo. Había cosas que se habían dicho en el programa pero las habíamos aclarado.
-¿Te enojaste en serio con ella?
-Sí, porque no puede ser… Yo le había dicho en un mail que no iba a hablar más de ella y que si alguien del panel o un invitado hablaba de ella, yo iba a tratar de que fuese siempre con respeto. Yo un día le pregunto a Nati si tiene alguna novedad al aire y me dice que a Victoria Saravia no le había gustado que en no sé en qué revista le hicieran una nota a la hermana. Lo peor es que Victoria no ve el programa porque no está acá entonces tiene amigos que le mandan en twitter o por mensaje y nunca es igual verlo a que te lo cuenten. Entonces ella twitteó a los quince minutos “en ese programa no sé cuanto” y ahí dije “ta’, ¿te querés dedicar a esto o no te querés dedicar a esto?” No sé, capáz que ella considera que los programas de acá no son tan importantes o que no le aportan nada. Es una elección de ella.
-¿Le ves futuro en los medios?
-Yo lo dije al aire. Yo no sé dónde dijo que quería ser conductora y yo dije que puede ser una gran conductora, pero es muy chica… Hay que tener cuidado.
-¿Qué novedades se vienen en Algo Contigo?
-Vamos a hacer más hincapié en móviles, notas… Es algo que se debe y se puede hacer…
-A un año de distancia, ¿cómo recordás el raro final de Pizza a Carballo?
-Yo pasé por muchas etapas en Pizza. Era un gran proyecto, pero Pizza era el primer año: Los sábados a las diez de la noche. Los números y la venta me avalan lo que estoy diciendo, después mutó por una decisión del canal, no por una decisión nuestra. Después de eso, a los dos años y algo sucedieron cosas internas dentro de la producción, que no nos poníamos de acuerdo en algunas cosas, se hicieron mal muchas cosas. Fue una lástima porque para mí era un programa que tenía un techo altísimo y que podía haber seguido muchos años más.
-¿Qué cosas se hicieron mal?
-Decisiones que no estaban muy bien: contenido, elenco, no se manejó bien la parte administrativa, entonces es una bola de nieve que va creciendo, se da contra un árbol y se hace pedazos.
-¿Cuándo terminó sentiste que te sacabas un peso de encima?
-Sí. Vos lo dijiste, era así. Me dio mucha pena pero siempre pensando en ese Pizza del 2007. Me dio mucha pena pero a la vez hubo una especie de alivio de decir “menos mal que se cortó acá, menos mal que terminó así…”. No terminó bien, pero terminó, y podría haber terminado peor.
-¿Sentís que el programa no terminó bien o no terminaste bien vos con el programa?
-El programa no terminó bien porque es un programa que tenía mucho techo. Es una de esas cosas que no las explicás, ¿por qué no siguió? Y después el relacionamiento entre algunas personas no fue el mejor, entonces es una lástima porque en el elenco teníamos gente increíble. Teníamos todo para hacer un tremendo programa por muchos años, tuvimos la suerte de encontrarnos con gente divina que confiaba en nosotros, que nos bancaba, que nos hacía el aguante, y no se supo aprovechar. Espero que no pase más.
-¿Cuando lo dejaste de disfrutar?
-Creo que los últimos cinco meses del último año ya estaba complicado. Venía y yo cuando estoy al aire soy el tipo más feliz del mundo, pero a la vez tenía el peso de saber que no se estaban haciendo las cosas bien. Había una dicotomía rara de disfrute y no disfrute.
-¿Te molestaste con la gerencia en el momento que te cambiaron el horario?
-Muchísimo. Me enojé porque no entendía cómo un programa que andaba bien sufriera un cambio para perjudicarlo tanto. El canal me dio algunas explicaciones, yo las entendí, y aunque no se me fue el mal humor, le buscamos la vuelta y surgió lo del domingo al mediodía…
-Tuvieron un fugáz paso por el viernes que tenían todo en contra: arrancaban con Showmatch empezado y con piso flojísimo que les dejaba CQC que no tenía nada que ver con ustedes…
-Ahí era imposible. Fue horrible. La pasamos muy mal… A raíz de eso fue que tuvimos otra charla con la gerencia y surgió lo de probar los domingos…
-¿Volvés al teatro este año?
-Ojalá. Con Carolina (Villalba) no… Tuve algunas otras propuestas de algunos directores pero no hay nada concreto. Compenetrados cumplió cinco años y ya está, pero me encantaría volver a hacer una comedia como Pijamas o Almohada para Tres.